La realidad como sistema - Teoría del meta, parte I
Teoría del meta I
El meta, entidades y clases
El meta es el conjunto de reglas que determina las relaciones de causa y efecto.
Estas relaciones tienen como protagonistas a entidades, siendo estas todo aquello que es, existe o puede existir. Las entidades tienen una serie de caracteristas que las definen.
Cada una de estas características se denomina dimensión [propiedades o rasgos que definen una entidad]. Las dimensiones se componen de dos o, posiblemente, más extremos opuestos que no pueden darse simultáneamente.
Las dimensiones pueden representarse mapa conceptual, un plano cartesiano n-dimensional que modeliza gráficamente las entidades. Cada entidad queda representada por un punto en el espacio. Cuando uno o varios puntos adquieren suficiente relevancia {¿qué es la relevancia exactamente?}, sea por su cantidad o posición, puesto que los recursos [elementos necesarios para la consecución de un fin propuesto: tiempo, materia, conocimiento…] de los que dispone la mente humana son limitados, las entidades se agrupan en clases [conjunto de elementos que exhiben rasgos o patrones comunes].
La importancia de una dimensión a la hora de definir una clase depende de cuánta información aporta sobre las reglas de causa-efecto que llevan al fin propuesto. Si al variar el valor [estado en el que se encuentra una dimensión de una entidad en un momento del tiempo] de una dimensión, el resultado cambia, esa dimensión será tan relevante como el grado de cambio que provoque en el resultado. Esto ceritifica su validez dentro del meta.
Las clases o conceptos, por tanto, no pueden representarse en el mapa conceptural como regiones delimitadas, sino como espacios de probabilidades.
Para distinguir una manzana de un plátano o una banana, probablemente, lo más rápido sea fijarse en la forma o el color. Normalmente, las manzanas se conceptualizan como rojas o verdes, y los plátanos, amarillos. Eso no impide que haya manzanas amarillas o plátanos verdes. Por tanto, aunque la dimensión del color es importante, no separa perfectamente a unos de otros.
Por otro lado, el hecho de que las frutas provengan de Canarias no ayuda demasiado a distinguir plátanos de manzanas, pero es crítico para separar plátanos de bananas a pesar de que ambos tienen forma y color similares.
Órdenes
Las clases pueden agruparse en órdenes [conjunto de clases que comparten una dimensiones relevantes].
Los órdenes pueden categorizarse según el grado de complejidad, entendida como el grado de dificultad para sistematizar relaciones de causa-efecto. Se entiende por dificultad el requerimiento de recursos para la consecución de un fin con los medios disponibles.
En función de su complejidad, los órdenes pueden apilarse unos sobre otros, de forma que órdenes más complejos se basan en órdenes más simples. Ceteris paribus, a más dimensiones, más complejidad.
«Conforme aumenta el número de dimensiones implicadas en la modelización, la complejidad aumenta de forma no lineal al crecer el número de combinaciones. Como muestra, la fórmula de los números combinatorios explica cómo, al aumentar el número de dimensiones, el número de combinaciones crece de forma exponencial.
Por ejemplo, al seleccionar 5 elementos de un conjunto de 9, el número de combinaciones posibles es de 126. Sin embargo, al añadir una dimensión más (pasar de 9 a 10, + 11 %), el número de combinaciones posibles se duplica (+ 100 %).
Los órdenes, en tanto que conceptos y al igual que las clases, no tienen unas fronteras definidas, sino que también constituyen densidades de probabilidad en el espacio. Esto da lugar a solapes entre órdenes, lo que explica que…
- …áreas del conocimiento cercanas tenderán a exhibir reglas de causa-efecto similares.
- …las metáforas permiten trasladar conocimientos rápidamente al poder aprovechar las reglas de causa-efecto conocidas de un orden en otro. Así, se reduce el número de dimensiones nuevas a considerar y, por tanto, la complejidad.
Cuestiones para debatir
- ¿Órdenes superiores no tienen implicación en órdenes inferiores?
- Si los órdenes son a las clases lo que las clases son a las entidades y las clases son espacios de probabilidad, nada impide que los espacios de probabilidades de órdenes “superiores” se solapen con los de órdenes “inferiores”.
¿Qué es la relevancia?
- Que las definiciones dependen de la importancia implica que nuestros conceptos giran en torno a nuestros fines? Si tuviéramos otros fines, ¿nuestro entendimiento del mundo seria distinto?
- Sí, manejaríamos otros conceptos. Simplemente tenderíamos a buscar las relaciones causa-efecto que interesan a nuestros fines. El meta y la existencia o inexistencia de esas relaciones es independiente de nuestros fines.
- ¿Seguro de que lo último es categóricamente así en todos los niveles de complejidad?
- ¿Puede haber una parte del meta que quede definida por nuestros propios deseos?
- Sí, manejaríamos otros conceptos. Simplemente tenderíamos a buscar las relaciones causa-efecto que interesan a nuestros fines. El meta y la existencia o inexistencia de esas relaciones es independiente de nuestros fines.